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ALTEREGUMANCIA

La Cuadratura de la Arepa

La Cuadratura de la Arepa

No existe un Gran Líder sin manías.  Yo no soy la excepción.

 

Mi obsesión son los títulos.  Me gustan sobre todo aquellos que me acercan a Dios. 

 

Ya me he ganado el de Sapientísimo, como resultado de los arcanos prácticos que parecieran guiar mis decisiones.

Recientemente me gané el de Eterno, con la victoria en el plebiscito que me permite estar al mando de todo el Universo Mundo por el resto de mis días, que les aseguro, serán muchos.

 

Pero sigo luchando por el de Omnipotente.  Este se me ha hecho elusivo y son muchos los que se niegan a hincarse ante mí.

 

Dicen de mi pueblo que “es como un cuero seco”: lo pisas por un lado y se levanta por el otro.  Pero yo lo estoy engrasando, por un lado, por el otro, pacientemente, usando un cebo milagroso y antiquísimo, que unto con mis propios dedos: la mentira. 

 

El cebo es un placebo.  No existe, no unto nada, solo paso mis dedos por encima del cuero seco, pronunciando palabras indescifrables de un mensaje completamente vacío.  Pongo los ojos en blanco, me contorsiono y grito, echando espumarajos por la boca.  Hago sacrificios sangrientos, predigo un eclipse.  Todo lo necesario para que entiendan mi poder sobre las fuerzas sobrenaturales.  Les ilustro con un ejemplo:

 

Cuando todo va mal y el pueblo pasa hambre, la arepa, Pan del Maíz Originario, se encarece, y en vez de redonda, como debe ser, figura perfecta que no tiene principio ni fin, que siempre está, que nunca falta, ni de día con el sol, ni de noche con la luna (si mengua es la arepa compartida, o la empanada, pero esa es otra historia), entonces la arepa, se pone cuadrada, pierde su forma, se limita, se pone borde.  Y el pueblo se enardece.  Un pueblo enardecido nunca es bueno.

 

¿Qué hago yo? ¿Me devano los sesos buscando estrategias para producir más Maíz? ¿Pago a los hombres de ciencia para que inventen nuevas formas de cultivar más y mejor Maíz? ¿Mejoro los caminos para que sea más fácil transportar el Maíz?  ¿Refuerzo la vigilancia y la prevención para que no se roben el Maíz? ¿Trato de invocar, en complicados ritos ancestrales, a los dioses de la lluvia para que se acabe la sequía y crezca el Maíz?  ¿Me rebajo a pedir ayuda a otros reinos que tengan Maíz, buscando alianzas, pactando para buscar soluciones?  ¿Ensalzo a los mercaderes para que traigan más Maíz? ¿Educo a mi pueblo para que cuide el Maíz y aprenda a multiplicarlo? No, no, no y no.  Todos estos métodos implican una carencia.  Hay métodos menos cansones y más efectivos, que me dejan tiempo libre para la adoración:

 

Le pongo un precio fijo a la arepa y pongo preso al que no quiera venderla a ese precio.  Sanseacabó. 

 

Todos dirán, incluyendo la historia y la gloria, que lo de la cuadratura de la arepa era un gran problema, y que yo, por lo menos, lo solucioné.

 

Omnipotentísimo.

3 comentarios

Anonimo -

Dios los hace y ellos se juntan...

Salomón -

Admiro su verbo noble y su hidalguía. Un cargo de Gran Vizir está vacante...

Juanca -

Así, así, asíesquesegobierna
Así, así, asiesquesegobierna

Ya va, ya va, es que me azoro con el corazón que se me sale por la boca con la emoción de poder comunicarme con usted.
Mi muy supremo comandante Salomón, iluminado de la gracia divina -no, perdón, qué iluminado nada, mismísima fuente de la gracia divina- y máximo líder de este hermoso proceso renovador.
Quiero antes que otra cosa felicitarle por su sagacidad y por sus avanzadas ideas en teoría económica del siglo XXI. No sabe su eminencia con cuánto orgullo mi pecho se llena al saberme una pieza (insignificante, por supuesto, ante su grandeza) de esta corriente de cambio que, sin duda alguna, desembocará en el luminoso nacimiento del obediente hombre nuevo que conducirá nuestra patria hacia la felicidad eterna.
“Obediencia, Obediencia, eso es lo que falta en este país…” decía mi sabio abuelo, Coronel de los de Pérez Jiménez. O si no, “ La letra con sangre entra”, que no es lo mismo que decir que haya que enseñarle las letras a nadie, sino más bien que al que no aprenda hay que darle con el mazo. Porque, la verdad sea dicha, hay que ser bien bruto y bien pitiyanqui para no darse cuenta que usted es el único capaz de saber lo que más nos conviene a todos en el reino. Y tampoco es justo que por culpa de unos cuatro agentes de la CIA tengamos que pasar la pena con usted de venir a limitarle su omnímodo poder, así como si cualquier cosa. No señor.
Bueno pues, como verá, no tengo mucho que decirle a una persona tan capaz como usted. Sobre todo, tan capaz de todo. Sólo reiterarle mi admiración, respeto y disposición para todo lo que tenga a bien mandar.
Ordene, ordene, ordene sobre este frente…
Humildemente:
Ubayd Abdel Aziz El Ab Yecto. ( o, como me dicen por la casa, simplemente Abdel)