Ur-desviación

Una de las características más evidentes del Gobierno actual en Venezuela es el vacío estructural de su propuesta, proveniente de un paracaidista que cayó como tal en el poder.
Entre los graves problemas que causa está ausencia de cualquier cosa que se aparente a un proyecto dentro del gobierno es la ineficiencia extrema.
Cada uno de los funcionarios públicos de nuestro país gasta la mayor parte de sus energías físicas e intelectuales en hacer propaganda sobre la revolución, o en parecer adepto a ella. Esto implica conservar siempre limpio y bien planchado el guardarropas de color rojo, agredir a todo el que parezca sospechoso de disidencia, seguir de cerca las ocurrencias del Supremo para regurgitarlas sin digerir y sin que venga a cuento y, no menos importante, dedicar un buen tiempo a relajar las tensiones que produce sostener tanta incongruencia con el rostro imperturbable, consumiendo todo lo que se pueda mientras dure.
Con lo que no le sobra tiempo para hacer aquello para lo que fue puesto ahí: pensar como hacer las cosas bien, a tiempo, de la manera más económica, con la mayor calidad posible.
Esta desviación "originaria" de los recursos que deberían estar al servicio del ciudadano puede verse desde la Presidencia de la República hasta el cobrador de peaje.
Por eso estamos como vamos.
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