Blogia
ALTEREGUMANCIA

De la inconstancia

De la inconstancia

Nuestra única salvación es un defecto de carácter: somos inconstantes. 

Empezamos las cosas con un entusiasmo fingido, sobre todo para darnos fuerzas y no tanto para complacer a alguien.  Porque desde el principio no estamos muy convencidos de que ese sea el camino.  No estamos claros de cuál pueda ser, pero por algún lado hay que empezar.

Después continuamos, vacilantes.  Ese débil transitar, aunque nos priva de logros inmediatos, nos evita peligros.  Es decir, no llegamos a ninguna parte, o siempre llegamos de noche cuando no se ve nada, y estamos muy cansados para disfrutarlo. 

Pero cuando nos acercamos a un abismo podemos retroceder con facilidad.  Ninguna fuerza ciega nos empuja inevitablemente.

El fanatismo requiere de un desencadenamiento que nos es ajeno. 

Aquellos que están demasiado seguros de algo, que lo gritan a los cuatro vientos y quieren que todos los sigan sin chistar nos parecen un poco locos. Les miramos con recelo.

Hoy nos hemos detenido a descansar cerca de un río.  No lo estábamos buscando, pero cuando nos topamos con él teníamos bastante sed, y teníamos ganas de descansar.  Apoyado de una piedra veo las aguas pasar y escribo un rato.  Tendré que levantarme a buscar algo de comer.

2 comentarios

-

Gracias por pasar!

yldemaro villavicencio -

saludos!!!